¿Rectificar es de sabios?
Cuantas veces habremos oído esta expresión! ¡!rectificar es de sabios! Desde nuestra más tierna infancia nos lo repiten padres, profesores, amigos pedantes, mensajes televisivos, etc.. Sin embargo, esta aparentemente, inocente expresión es un claro ejemplo de una máxima, no por mucho repetir algo falso se convierte en verdadero.
¿Por qué es de sabios rectificar?, ¿qué sabiduría demuestra alguien rectificando?. Ninguna!! Cuando alguien rectifica es porque ha descubierto que algo que creía cierto no lo es. Por lo tanto, reconocer un error ante la evidencia interna del mismo es tan sólo un acto de honestidad, honradez y, por supuesto, justicia moral. Pero en ningún caso es síntoma de sabiduría.
La sabiduría estará relacionada, en todo caso, con el proceso por el cual se descubre que hay un error en el pensamiento, con la investigación que nos lleva a descubrir la verdad pero NUNCA en el hecho de rectificar cuando ésta es descubierta. En la mayoría de casos, somos tan prepotentes que son los demás quienes nos hacen darnos cuenta de nuestros errores, quienes nos arrojan la luz de la sabiduría a hostias porque nuestra VANIDAD nos acomoda. Nos tumba en el cómodo sillón de la autocomplacencia y la jactancia. Pocas veces, nos cuestionamos lo que creemos como cierto y seguimos investigando más allá. La vanidad es el mayor cáncer del intelecto y suerte tenemos algunos de estar rodeados de gente mucho más sabia que nosotros. Genios altruistas que nos acercan al conocimiento cuando nuestro EGO nos permite bajar del pedestal. Gracias a ellos, en alguna ocasión, alcanzamos a saborear un pedacito de la auténtica sabiduría.
La afirmación que da origen a estas líneas no es más que el intento por revestir de cierta dignidad un acto (el de rectificar) que, en la mayoría de ocasiones, debemos agradecer a otros, sabios estos de verdad.
¿Por qué es de sabios rectificar?, ¿qué sabiduría demuestra alguien rectificando?. Ninguna!! Cuando alguien rectifica es porque ha descubierto que algo que creía cierto no lo es. Por lo tanto, reconocer un error ante la evidencia interna del mismo es tan sólo un acto de honestidad, honradez y, por supuesto, justicia moral. Pero en ningún caso es síntoma de sabiduría.
La sabiduría estará relacionada, en todo caso, con el proceso por el cual se descubre que hay un error en el pensamiento, con la investigación que nos lleva a descubrir la verdad pero NUNCA en el hecho de rectificar cuando ésta es descubierta. En la mayoría de casos, somos tan prepotentes que son los demás quienes nos hacen darnos cuenta de nuestros errores, quienes nos arrojan la luz de la sabiduría a hostias porque nuestra VANIDAD nos acomoda. Nos tumba en el cómodo sillón de la autocomplacencia y la jactancia. Pocas veces, nos cuestionamos lo que creemos como cierto y seguimos investigando más allá. La vanidad es el mayor cáncer del intelecto y suerte tenemos algunos de estar rodeados de gente mucho más sabia que nosotros. Genios altruistas que nos acercan al conocimiento cuando nuestro EGO nos permite bajar del pedestal. Gracias a ellos, en alguna ocasión, alcanzamos a saborear un pedacito de la auténtica sabiduría.
La afirmación que da origen a estas líneas no es más que el intento por revestir de cierta dignidad un acto (el de rectificar) que, en la mayoría de ocasiones, debemos agradecer a otros, sabios estos de verdad.
13 comentarios
El Principito -
el señor de los llaveros -
InDo... -
El Principito -
Gracias Patri, tú tampoco te quedas corta eh ;) sinceramente, la diferencia es que a mi muchísimas veces me puede la vanidad. En realidad he escrito lo que tantas veces me he dicho para recordármelo...
Patri -
El orgullo y la vanidad son frenos para nuestro aprendizaje diario de la vida, indudablemente.
Indòmita -
Anónimo -
Lo de la metalingüística es una metáfora, me refería a una sabiduría que gira en torno al propio concepto de sabiduría
the lord of de ring key -
Principito -
Lord, es una cuestión semántica; para mi, saber que se ha errado no hace referencia a la sabiduría a la que me refería, esa es una sabiduría "metalingüística". EEvidentemente, reconocer el error te eleva respecto a quienes no lo reconocen pero no comporta una sabiduría propia sino sobrevenida gracias a la intervención de terceros. A eso me refería...
Guerrero del 5 -
the lord of de ring key -
El Principito -
En algunos casos la normalidad ya demuestra una cierta superioridad sobre el resto, sobre quienes consideran que las excentricidades son muestra de personalidad y chorradas por el estilo
Indòmita -
Cierto es que tendemos a engrandecer nuestro ego fácilmente, y por las cosas más tontas, y tienes razón al decir que son los demás los que nos hacen volver a la realidad. Pero no por su sabiduría, sino, sencillamente, por su normalidad.