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El Principito

La paciencia

La paciencia, como toda virtud, no es tal si no se emplea cuando más se necesita. Porque las virtudes de las que hace gala el alma serena se suelen tornar carencias para el alma atormentada y fustigada.

 Las virtudes desaparecen, normalmente, cuando más se las requiere y nos dejan desarmados ante las amenazas y desnudos ante el enemigo, ávido de venganza y regodeo.

1 comentario

elly -

Quizás el alma atormentada no es capaz de dar...necesita recibir. El alma serena sabe dar más de sí...se encuentra menos desarmada/ desalmada.