La paciencia
La paciencia, como toda virtud, no es tal si no se emplea cuando más se necesita. Porque las virtudes de las que hace gala el alma serena se suelen tornar carencias para el alma atormentada y fustigada.
Las virtudes desaparecen, normalmente, cuando más se las requiere y nos dejan desarmados ante las amenazas y desnudos ante el enemigo, ávido de venganza y regodeo.
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elly -