Goya al mejor actor
No se lo dierona nuestro Presidente pero podían haberlo hecho perfectamente. Que ufano se le veía, del brazo de su esposa, hecho un pincel y con una sonrisa de oreja a oreja. Lucía el temple y complacencia del que está recogiendo lo que sembró a conciencia, del que se sabe admirado. Al otro lado del escenario, productores, directores y demás se frotan las manos ante las suculentas ayudas que les aguardan en un futuro próximo.
Luego, algunos ingenuos o hipócritas, dependiendo de lo bien o mal pensado que sea uno, defenderán a capa y espada que la política debe estar separada del mundo de la cultura. Pero en este país esto es una quimera. En España, los actores son pluriempleados y en sus tiempos libres aguantan pancartas, se pintan enseñas y aparecen en los medios para opinar sobre política porque, quizá, de cultura haya poco que opinar en este país.
Los Bardem, Coronado (sí, aquel que definió la ONU como ese organismo encargado de solucionar lo de la guerra) y demás intelectuales de postín que se han autodenominado como parte de la clase intelectual de este país, están de enhorabuena y la gala de los premios Goya es el escenario idóneo para ponerlo de manifiesto. Nuestro Presidenete, como no podía ser menos, no estaba por la labor de aguarles la fiesta y se unió. Una balsa de aceite.
En estos cuatro años de legislatura socialista ya no habrán numeritos, manifestaciones en contra de la guerra (aunque sigamos mandando soldados a Afganistan pero, ya se sabe, que para ellos son muertos de segunda categoría), cortometrajes en contra del Gobierno, campañas públicas en contra del Ejecutivo, etc... Nada. Una balsa de aceite. Zapatero tiene un problema menos del que preocuparse. Sabe quedar bien, eso es innegable. Exactamente al revés que su antecesor en el Gobierno, quien no sabía tener contento a nadie.
Luego, algunos ingenuos o hipócritas, dependiendo de lo bien o mal pensado que sea uno, defenderán a capa y espada que la política debe estar separada del mundo de la cultura. Pero en este país esto es una quimera. En España, los actores son pluriempleados y en sus tiempos libres aguantan pancartas, se pintan enseñas y aparecen en los medios para opinar sobre política porque, quizá, de cultura haya poco que opinar en este país.
Los Bardem, Coronado (sí, aquel que definió la ONU como ese organismo encargado de solucionar lo de la guerra) y demás intelectuales de postín que se han autodenominado como parte de la clase intelectual de este país, están de enhorabuena y la gala de los premios Goya es el escenario idóneo para ponerlo de manifiesto. Nuestro Presidenete, como no podía ser menos, no estaba por la labor de aguarles la fiesta y se unió. Una balsa de aceite.
En estos cuatro años de legislatura socialista ya no habrán numeritos, manifestaciones en contra de la guerra (aunque sigamos mandando soldados a Afganistan pero, ya se sabe, que para ellos son muertos de segunda categoría), cortometrajes en contra del Gobierno, campañas públicas en contra del Ejecutivo, etc... Nada. Una balsa de aceite. Zapatero tiene un problema menos del que preocuparse. Sabe quedar bien, eso es innegable. Exactamente al revés que su antecesor en el Gobierno, quien no sabía tener contento a nadie.
8 comentarios
Speedy Gonzalez -
JOSIF -
BARDEM, gritando guerra no y despues alquilando un apartamento en Central Park en New York. Donde espera que le llamen para darle un cameo en "Friends".
El Principito -
che aún vive, está con Elvis -
El Principito -
Ya no hay pancartas pero en Afganistan siguen nuestras tropas. Ya no hay pegatinas pero, unos días antes de la Gala, ETA puso otra bomba... MALDITOS HIPÓCRITAS!
Valenzuela -
El Principito -
:-P -