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El Principito

COSAS DEL FÚTBOL

La expresión “cosas del fútbol” es una especie de cajón de sastre donde se introduce todo aquello que rodea el mundo del fútbol y que los que viven este deporte desde fuera no acaban de comprender. No se si me he explicado bien pero estoy seguro que cuando acaben de leer estas líneas entenderán lo que trato de explicarles.

Uno puede saber a que altura de la temporada nos encontramos echando un rápido vistazo al cajón de objetos perdidos del vestuario de los entrenadores. La cantidad de ropa olvidada en los vestuarios es directamente proporcional a los partidos y entrenamientos llevados a cabo. A día de hoy ya tenemos dos cajones llenos a rebosar. Este dato indica que la temporada está ya bastante avanzada y que entramos en la fase final de la misma. Entre los objetos con mayor presencia encontramos sudaderas, calcetines, camisetas y botas. Sí, han oído bien, botas. Sé que en estos momentos se están ustedes preguntando si los dueños de las botas en cuestión juegan descalzos. No se torturen buscando la respuesta. En todos estos años, yo todavía no la he encontrado. Cosas del fútbol

Otro dato revelador es el grado de progreso de los niños. Los ejercicios que en septiembre no salían, empiezan a salir. No hay nada que llene más de orgullo a un entrenador que ver progresar a sus “chavales” desde que dan sus primeras patadas al balón. Me perdonarán ustedes la falta de corrección lingüística pero en el argot de los entrenadores nuestros jugadores siempre son y serán “nuestros chavales”. Cosas del fútbol, ya me entienden.

Como coordinador, no hay nada que me deje mejor sabor que boca que oir hablar a los entrenadores de “sus chavales” con auténtica pasión. Si alguien los escuchara sin saber a que equipo entrenan pensaría que forman parte del cuerpo técnico de un equipo de Primera División. Para ellos, “sus chavales” son los mejores del mundo. No importan los resultados, los goles, los fallos o los aciertos. Nada. Simplemente, son los mejores. Cosas del fútbol.

Es por todo esto que ustedes me permitirán que dedique, a modo de pequeño homenaje, unas líneas a agradecerles a nuestros entrenadores su impagable labor. Ellos son Jordi Jané, Jaume Cabot, Romà Ruiz y Sergi Alsina. Tenemos mucho que agradecerles pero en especial el inculcar a “sus chavales” la pasión por este deporte, el respeto al rival, a los compañeros, al árbitro y al entrenador y el espíritu de superación diario. Logrando estos objetivos y comprobando que todos, entrenadores, padres y niños, remamos en la misma dirección, los resultados pasan a un segundo plano.

El cantante Joan Manuel Serrat definió, cariñosamente, a los niños como “esos locos bajitos” y a mí me emociona comprobar que los entrenadores aun conservamos dentro nuestro al “loco bajito” que en su día fuimos y que sale a la luz cuando ve un balón de fútbol rodando. Nosotros somos así. Cosas del fútbol...

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